1 nov 2012

Gears: Amor, Metal y Engranajes

En esta ocasión le toca el turno al dúo de Ángela Fernández (dibujante) y Simon Brand (guionista). Aunque no es la primera obra de Ángela Fernández (que ya dibujó en el pasado el manga Catuxa la bruja y del que aún no he podido conseguir el tomo) tomaremos la que nos atañe ahora mismo como la primera obra a nivel profesional como dibujante. Podéis observar sus trabajos como ilustradora en su Deviantart. De Simon Brand no tengo mucha información y pido disculpas al respecto.

También perteneciente a la nueva generación Gaijin, este tomo representa junto con el resto de trabajos de la misma línea y los autores de otras editoriales, el crecimiento, tanto en calidad como en importancia, del manga de origen autóctono. Esperemos que no sea un hecho puntual y continúe este crecimiento con más y mejores lanzamientos.

William Gears es un joven genio obsesionado con los autómatas, a los que dedica su vida por entero, hasta que secuestra a la joven Marie Écrou, hija de la persona que se encargó de la operación que acabó con la muerte de su amado mentor, algo que cambiará el destino y la forma de ver la vida de ambos ¿ Qué aprenderá Will de Marie? ¿Qué aprenderá Marie de Will? ¿A qué se enfrentará cada uno en el camino?

Marie Écrou
La historia posee siempre un tinte bastante filosófico, y una historia que gira en torno a la obsesión, el amor y la libertad. Me gusta que en esta obra se vayan atando todos los cabos y todo acabe encajando, lo que deja bastante claro que ha sido un guión muy pensado y estudiado, algo que siempre se agradece, un buen cómic no funciona sin un buen guión. Hacia el final del tomo (como viene ocurriendo con la mayoría de tomos únicos), el ritmo de narración se vuelve un poco vertiginoso, entre fechas de entrega, cansancio y demás cosas que influyen a la hora de dibujar.

Los personajes tienen todos una personalidad bastante única, donde Will es el genio obsesivo que sólo es capaz de pensar en autómatas y se muestra fío, irritable y sobre todo gruñón, Marie por el contrario, lo contrario a Will, cariñosa, cálida y humana, por lo que el choque de ambos personajes durante el manga está más que asegurado. Los personajes secundarios tienen menos profundidad, pero cumplen su cometido, aunque hubiera estado bien que hubiera podido disfrutar de un poco más de historia propia o de escenas para ellos, pues la mayoría las protagonizan el dúo principal.

Diseño de William Gears
Artísticamente, este manga está bastante cuidado y a pesar de algunos fallos que puedan ocurrir, sabe mantener el tipo:

En el entintado se pueden notar las influencias de mangas como Dogs o autores como Oh! Great, lo que viene a significar, que sabe usar la variación de línea para transmitir exactamente lo que necesita, aunque hacia en el final del tomo, quizás entinta demasiado fino y eso repercute en que algunos detalles se pierdan (algo que da mucha pena)

La anatomía aquí tiene parte buena y parte mala, como parte buena, el movimiento, y en general proporciones básicas, salen bien paradas, lo que ayuda a la credibilidad del tomo, pero quitando pequeños fallos en plan alguna mano suelta o poco más, lo peor de este apartado es que los personajes son quizás muy parecidos entre ellos físicamente.

El diseño de personajes sobresale sobre todo en los protagonistas, que al ser de estética steampunk poseen un acabado bastante cuidado y muy detallado, algo que puede notarse sobre todo en Will y Marie. Quizás el segundo mejor apartado, sólo siendo superado por el entintado.

Los escenarios son uno de los platos fuertes de Gears, con unas perspectivas muy conseguidas y con una gran variedad, pasando de talleres, hangares, cúpulas de cristal u otras. Gracias a estos escenarios se consigue situar al lector y hacerle partícipe de los hechos. Aunque creo conveniente y justo remarcar que hay veces que durante pequeños tramos, los escenarios apenas aparecen.

Will en su taller
El dibujo sale ganando en este tomo, aunque la historia me ha gustado bastante y es más profunda de lo que yo me esperaba. Quizás con un poco más de tiempo, el dibujo hubiera podido llegar a ser mucho más trabajado y espectacular, pero por razones de tiempo entiendo que se hace lo posible. Esa será una duda que espero que el tiempo me resuelva.

A modo de conclusión, decir que es un tomo bastante recomendable, si como bien digo no es lo mejor que hay dentro del mercado, sí que está en un nivel alto, lo que me motiva a seguir confiando en los artistas de nuestro país a la hora de comprar sus obras.

Good NightMare: Sueños, Pesadillas y Combates

Frederick Francis es uno de los autores cuyo tomo ha salido este año publicado en Gaijin, si mal no recuerdo (podéis corregirme), la tercera generación de lanzamientos de la línea de manga español. Un joven autor cuyo trabajo artístico podéis observar en su Deviantart y haceros una idea con lo que podréis encontraros visualmente a la hora de adquirir este ejemplar, siento no disponer de mucha información sobre la co-autora del manga Mélani Garzón (lo siento mucho).

Parece que tras el abandono de Shueisha a EDT, Gaijin de momento no se ha visto afectado en absoluto con la política de recortes de la compañía (cosa que reconozco me ha sorprendido muy gratamente). Y la nueva generación de autores patrios ha resultado ser una inyección de aire fresco dentro del panorama nacional con lo que espero que se siga apostando por autores de calidad (aunque unos me gusten más que otros, como es natural).

Urah Clover es un chico normal y corriente cuya vida transcurre aburrida, pero comienza a haber un grupo creciente de lo que se llama "durmientes", gente que se queda dormida y no logra despertar. Será entonces cuando al quedarse dormido el protagonista este se verá abocado a un lugar desconocido donde le espera un destino que (valga la redundancia) no se imaginaría ni en sus mejores sueños ¿Qué hace Urah en Gudnytmerh? ¿Qué es Gudnytmerh? ¿Qué se esconde tras la pandemia de los durmientes?

Urah probando el suelo de Gudnytmerh
Desde luego, se nota que la historia ha estado bien pensada y planeada se ciñe bastante los estándares del shonen, aunque esta no es una simple excusa para dibujar batallas sin ton ni son. En ocasiones incluso logra que comiences a teorizar qué es lo que está ocurriendo o el porqué de ciertas acciones de varios personajes. Este tipo de detalles ayuda a mantener cierta profundidad en el argumento. El mayor problema que le he encontrado al manga en este apartado ha sido cómo se ha ido acelerando el ritmo a veces de una forma un poco frenética, imagino que fruto del poco tiempo unido a la duración de tomo único que esta obra posee.

Los personajes están bien diferenciados, además serán personajes que evolucione graciasn a la sucesión de los acontecimientos que irán ocurriendo, algo que se agradece y permite al lector sentirse unido a los personajes. Aunque entre los múltiples personajes que aparecen, Urah (que me encanta), Reed, Violeta (un personaje que me hace reir bastante)y demás, junto al protagonista, destaco mi afinidad por Megidoh, el tipo de personaje que suele gustarme, solitario, frío y serio, aunque también el rey de las pesadillas tiene lo suyo.

Viajando hacia la Plaza Central
En el apartado artístico, Good Nightmare se hace notar bastante y aunque su autor destaca (a mi gusto) mucho más como ilustrador, su faceta de dibujante de cómics me ha sorprendido bastante:

El entintado está bastante conseguido, a mi gusto quizás le falta un poco más de cambio de grosor para añadir un poco más de fuerza a las líneas, pero de lo mejor que he podido ver en Gaijin sin duda.

La anatomía está bastante conseguida aunque tira mucho hacia el estilizado típico japonés. El mayor problema es que físicamente algunos personajes costaba distinguirlos si no era por la ropa, pero más allá de eso, un apartado bastante logrado, sobre todo en lo que se refiere a posturas complejas y movimiento.

El diseño de personajes es el punto más sobresaliente y mi favorito sin duda, me encanta cómo ha creado los diseños y las formas que ha conseguido, bastante variados en vestuario y visualmente muy atractivos. Se nota que su faceta de ilustrador aflora aquí, se suelta bastante y se siente cómodo con sus diseños.

Los escenarios de esta obra son otro punto interesante, y aunque hay bastantes ideas y suelen tener una buena planificación al principio, hacia el final de la obra estos van perdiendo importancia, lo que hace que haya veces que puedas sentirte un poco perdido al no poder situar muy claramente dónde están los personajes en algún momento concreto. Eso sí, siempre que aparece un fondo, detallado y respetando perfectamente la estética de los personajes, algo que es de agradecer.

Conociendo a Violeta
Esta vez me decanto por el dibujo como lo más destacable del tomo, aunque la historia no le pilla muy lejos. A pesar de sus defectos, ambos puntos están bastante cuidados y trabajados, lo que se acaba notando en el producto final.

Conclusión, Good Nightmare es una obra recomendable, no será lo mejor del manga ibérico, pero desde luego está en un puesto loable. Si buscáis un manga entretenido y con una estética shonen bien cuidada, este tomo merece un espacio en las estanterías de cualquier amante del cómic.